sábado, 7 de noviembre de 2009

Recursos para defender tu fe

Preguntas y Respuestas

Defiende tu fe - Respuestas católicas inmediatas

Apologética Católica
Respuestas Católicas


Testimonios de conversos al Catolicismo

Lámpara Encendida - Regreso a casa

Defiende tu fe - Testimonios de conversión
Apologétca.org - Testimonios de conversión


Documentales en Video

La verdad sobre los mormones

El grito silencioso - Bernard Nathanson 


Denominaciones Cristianas no Católicas y sectas

Amigos mios, hoy el Señor nos ha movido a tocar el tema de las iglesias pentecostales, las sectas pseudocristianas y el Cristianismo autentico: La Santa Iglesia Católica.

Muchos de nosotros tenemos conocidos e incluso familiares dentro de iglesias cristianas pentecostales, o en sectas como los testigos de Jehová y los "Santos de los últimos días" mejor conocidos como mormones.

Sobre los Cristianos no católicos
Recordemos que Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna (Juan 3, 14). Jesús es Dios, hijo único de Yavéh y Salvador de la especie humana.
La misión de Cristo es que ¡tú tengas vida eterna!. Él vino una vez hecho persona hace 2000 y tantos años para eso únicamente y dejó un orden para ello: Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella(Mt 16, 18-19). En éstas palabras vemos que Dios habla en singular, sin embargo después reconoce: También tengo otras ovejas que no son de este redil. A ellas también me es necesario traer, y oirán mi voz. Así habrá un solo rebaño y un solo pastor (Juan 10:16).

Es complicado hablar de la división del cuerpo de Cristo pero lo que nadie puede dudar es que la Iglesia Católica es la primera organización de la Iglesia de Jesucristo fundada en Pedro. Todas las denominaciones cristianas (alrededor de 32000 en la actualidad) han salido de la Iglesia Católica, ninguna hay más antigua que esta.

En la Iglesia las citas bíblicas corresponden a un contexto que es explicado por los filósofos, teólogos y exégetas bíblicos de forma que un texto se lee con todo el significado y no como palabras aisladas. Es común que los hermanos de denominaciones pentecostaless e aprendan de memoria citas y las digan sin tartamudear sin embargo no pueden explicar el contexto y muchas veces omiten versículos anteriores o posteriores que en si mismos explican un contexto. Con ello confunden y se confunden ellos mismos.

A pesar de todos los problemas que existan entre los hermanos cristianos "separados" y los católicos, siempre seremos hermanos, hijos del mismo Padre, hermanos de Jesucristo y guíados por el Espíritu Santo. Compartimos el mismo bautismo: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Mormones y Testigos de Jehová
Por muy buenas personas que sean, por muy "santos" que parezcan, ellos no son hermanos nuestros a menos que antes de convertirse en miembros de esas sectas hayan sido bautizados en alguna iglesia cristiana.

¿Por qué no son cristianos o hermanos nuestros?
No reconocen a Jesús como Dios e ignoran al Espíritu Santo como persona y como Dios. Los testigos creen en Jehová, un Dios que uso a Jesús como profeta pero del cual no es padre sino Señor y Amo. Nosotros reconocemos en Jesús la verdadera imagen de Dios.

Los mormones no tienen una imagen de Dios en forma, creen en que al morir, si han llegado a ser "santos"(que a diferencia de la iglesia católica, se hacen santos en vida por sus mérito$) serán Dioses en mundos lejanos. Creen que Jesús y Satanás son hermanos y que las personas de piel oscura son los hombres que pecaron en vidas pasadas. Su libro sagrado no es la escritura sino el "libro mormón".

Dejo aquí algunas páginas que recomiendo visitar para que antes de atacar a la Iglesia comprendan su contexto.

Por último, la Iglesia Católica es Santa por que su fundador (Jesucristo) es Santo, no por que lo seamos sus miembros, Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos (Lucas 17, 10).

sábado, 24 de octubre de 2009

El Amor a Dios y el Amor al prójimo

SS. Juan Pablo II
Audiencia General del miércoles 20 de octubre de 1999

1. «Si alguno dice: "Amo a Dios", y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve. Y hemos recibido de él este mandamiento: quien ama a Dios, ame también a su hermano» (1 Jn 4, 20-21).

La virtud teologal de la caridad, de la que hablamos en la catequesis anterior, se expresa en dos direcciones: hacia Dios y hacia el prójimo. En ambos aspectos es fruto del dinamismo de la vida de la Trinidad en nuestro interior.

En efecto, la caridad tiene su fuente en el Padre, se revela plenamente en la Pascua del Hijo, Crucificado y Resucitado, y es infundida en nosotros por el Espíritu Santo. En ella Dios nos hace partícipes de su mismo Amor.

Quien ama de verdad con el amor de Dios, amará también al hermano como Él lo ama. Aquí radica la gran novedad del cristianismo: no puede amar a Dios quien no ama a sus hermanos, creando con ellos una íntima y perseverante comunión de amor.

2. La enseñanza de la sagrada Escritura a este respecto es inequívoca. El amor a los semejantes es recomendado ya a los israelitas: «No te vengarás ni guardarás rencor contra los hijos de tu pueblo. Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Lv 19, 18). Aunque este mandamiento en un primer momento parece restringido únicamente a los israelitas, progresivamente se entiende en sentido cada vez más amplio, incluyendo a los extranjeros que habitan en medio de ellos, como recuerdo de que Israel también fue extranjero en tierra de Egipto (cf. Lv 19, 34; Dt 10, 19).

En el Nuevo Testamento este amor es ordenado en un sentido claramente universal: supone un concepto de prójimo que no tiene fronteras (cf. Lc 10, 29-37) y se extiende incluso a los enemigos (cf. Mt 5, 43-47). Es importante notar que el amor al prójimo se considera imitación y prolongación de la bondad misericordiosa del Padre celestial, que provee a las necesidades de todos y no hace distinción de personas (cf. Mt 5, 45). En cualquier caso, permanece vinculado al amor a Dios, pues los dos mandamientos del amor constituyen la síntesis y el culmen de la Ley y de los Profetas (cf. Mt 22, 40). Sólo quien practica ambos mandamientos, está cerca del reino de Dios, como dice Jesús respondiendo al escriba que le había hecho la pregunta (cf. Mc 12, 28-34).

3. Siguiendo este itinerario, que vincula el amor al prójimo con el amor a Dios, y a ambos con la vida de Dios en nosotros, es fácil comprender porqué el Nuevo Testamento presenta el amor como fruto del Espíritu, es más, como el primero entre los muchos dones enumerados por san Pablo en la carta a los Gálatas: «el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí» (Ga 5, 22-23).

La tradición teológica ha distinguido las virtudes teologales, los dones y los frutos del Espíritu Santo, aunque los ha puesto en correlación (cf. Catecismo de la Iglesia católica, nn. 1830-1832). Mientras las virtudes son cualidades permanentes conferidas a la criatura con vistas a las obras sobrenaturales que debe realizar y los dones perfeccionan tanto las virtudes teologales como las morales, los frutos del Espíritu son actos virtuosos que la persona realiza con facilidad, de modo habitual y con gusto (cf. santo Tomás de Aquino, Summa Theologiae, I-II, q. 70, a.1, ad 2). Estas distinciones no se oponen a lo que San Pablo afirma cuando habla en singular de fruto del Espíritu. En efecto, el Apóstol quiere indicar que el fruto por excelencia es la caridad divina, el alma de todo acto virtuoso. De la misma forma que la luz del sol se expresa en una variada gama de colores, así la caridad se manifiesta en múltiples frutos del Espíritu.

4. En este sentido, la carta a los Colosenses dice: «Por encima de todo esto, revestíos del amor, que es el vínculo de la perfección» (Col 3, 14). El himno a la caridad, contenido en la primera carta a los Corintios (cf. 1 Co 13) celebra este primado de la caridad sobre todos los demás dones (cf. 1 Co 13, 1-3), incluso sobre la fe y la esperanza (cf. 1 Co 13, 13). En efecto, el Apóstol afirma: «La caridad no acaba nunca» (1 Co 13, 8).

El amor al prójimo tiene una connotación cristológica, dado que debe adecuarse al don que Cristo ha hecho de su vida: «En esto hemos conocido lo que es amor: en que Él dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar la vida por los hermanos» (1 Jn 3, 16). Ese mandamiento, al tener como medida el amor de Cristo, puede llamarse «nuevo» y permite reconocer a los verdaderos discípulos: «Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Como yo os he amado, así también amaos los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros» (Jn 13, 34-35). El significado cristológico del amor al prójimo resplandecerá en la segunda venida de Cristo. Precisamente entonces se constatará que la medida para juzgar la adhesión a Cristo es precisamente el ejercicio diario y visible de la caridad hacia los hermanos más necesitados: «Tuve hambre y me disteis de comer...» (cf. Mt 25, 31-46).

Sólo quien se interesa por el prójimo y sus necesidades muestra concretamente su amor a Jesús. Si se cierra o permanece indiferente al «otro», se cierra al Espíritu Santo, se olvida de Cristo y niega el amor universal del Padre.
________________________
Nota: cf. significa en latín confer (compare), así que "cf. Mt 25, 31-46" significa: comparar con Mateo capítulo 25 versículos del 31-46.

sábado, 17 de octubre de 2009

El testimonio

Muchas veces nos encontramos con personas que se encuentran solas, tristes, afligidas y no sabemos cómo acompañarlas o hacerles sentir cariño, comprensión, o simplemente nos quedamos sin palabras ante sus problemas. En otras ocasiones vemos a nuestros amigos o seres queridos metidos en broncas que “ellos se causaron” como vicios o problemas económicos y nosotros no sabemos qué decirles porque estamos en situaciones parecidas.

Todo esto tiene que ver mucho con el testimonio. Seguro que hemos escuchado que en algún juicio alguien dio un testimonio, es decir, es testigo y testifica de lo que vio o escuchó y para que sea este un testimonio válido debe ser de primera mano, es decir, debe haber estado presente o haberse enterado de una fuente primaria (ver o escuchar directamente de quien dijo, hizo o escribió). Cuando hablamos de testimonio en la iglesia se hace un cierto sinónimo de dar ejemplo, de ser como Jesús: Hablar como Jesús, Pensar como Jesús, Vivir como Jesús.

Algunas veces amigos (as) míos se han sentido libres para contarme que sienten, que piensan, que les ocurre y me dan testimonio de sus situaciones difíciles (testimonio tipo testigo de juicio). Algunos otros amigos me han contado su testimonio respecto a un cambio de vida, a que ellos se encontraban en un estado de vida diferente al que tienen cuando me comentan, pasan de vivir en rencor, ira, lujuria, pereza, inconsciencia, etc., a vivir en amor, comprensión, respeto, dominio de sí mismos, etc. Por un encuentro con el Señor de una u otra forma.

Hoy en Altamirano se encuentran dando testimonio de lo que vieron y escucharon en su retiro de iniciación algunos jóvenes. Vieron a gente llorar fuertemente, o reír a carcajadas, caer de golpe al piso sin ocasionarse ningún daño, hablar alguna lengua antigua o idioma reciente que quizás nunca estudiaron y ni sabían de su existencia, etc. Ellos mismos quizás sintieron alguna manifestación del poder de Dios, algún frío u hormigueo por todo el cuerpo, o un calor que los consumía pero a la vez no les quemaba en dolor sino en amor. Es difícil explicar las manifestaciones de Dios por escrito pero pondré aquí palabras no mías, sino de Dios en la Biblia para que entiendan que es lo que estoy diciendo:

Hechos 2
1 Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. 2 De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban. 3 Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; 4 quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse. 5 Había en Jerusalén hombres piadosos, que allí residían, venidos de todas las naciones que hay bajo el cielo. 6 Al producirse aquel ruido la gente se congregó y se llenó de estupor al oírles hablar cada uno en su propia lengua. 7 Estupefactos y admirados decían: «¿Es que no son galileos todos estos que están hablando? 8 Pues ¿cómo cada uno de nosotros les oímos en nuestra propia lengua nativa? 9 Partos, medos y elamitas; habitantes de Mesopotamia, Judea, Capadocia, el Ponto, Asia, 10 Frigia, Panfilia, Egipto, la parte de Libia fronteriza con Cirene, forasteros romanos, 11 judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos les oímos hablar en nuestra lengua las maravillas de Dios.» 12 Todos estaban estupefactos y perplejos y se decían unos a otros: «¿Qué significa esto?» 13 Otros en cambio decían riéndose: «¡Están llenos de mosto!» 14 Entonces Pedro, presentándose con los Once, levantó su voz y les dijo: «Judíos y habitantes todos de Jerusalén: Que os quede esto bien claro y prestad atención a mis palabras: 15 No están éstos borrachos, como vosotros suponéis, pues es la hora tercia del día, 16 sino que es lo que dijo el profeta: 17 = Sucederá = en los últimos días, dice Dios: = Derramaré mi Espíritu sobre toda carne, = y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros jóvenes verán visiones y vuestros ancianos soñarán sueños. = 18 = Y yo sobre mis siervos y sobre mis siervas derramaré mi Espíritu. = 19 = Haré prodigios = arriba = en el cielo = y señales abajo = en la tierra. = 20 = El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes de que llegue el Día grande del Señor. = 21 = Y todo el que invoque el nombre del Señor se salvará. =

Pues bien, la escritura lo narra y eso hoy están contando testigos de primera mano, personas que han recibido a ese Espíritu que es el mismo Ayer, Hoy y Siempre.

Testimonio también es la forma en que vivimos; cuando nosotros somos personas amorosas, comprensivas, respetuosas, atentas, educadas, etc., damos testimonio de que tenemos al Señor en nuestra vida y los demás pueden comprender que realmente Dios está vivo, que existe y que se manifiesta a través de sus discípulos, de sus amigos personales, de nosotros. Tu puedes acompañar a un amigo(a) a una disco, beber con él (ella), salir de ahí y fumarse unos cigarros juntos, chiflarle a algún(a) joven que pasa y reírse juntos, es decir, hacer lo que el hace para que no se sienta solo o puedes decirle que no vas que estarás en casa y que si gusta pueden ver una película, jugar algún juego de mesa o salir a un parque a practicar algún deporte o cualquier cosa y aprovechar para conversar y saber que le preocupa a ese amigo. Cuando hacemos lo primero no somos diferentes a los que nos necesitan y por ello no buscarán las respuestas que necesitan en nuestras personas, sino en las personas diferentes; en cambio cuando somos esas personas diferentes, esa guía de respuestas o compañía que necesitan, cuando somos esos Jesús que acompañan al que sufre, al enfermo, al pobre, al pecador publico o al pecador privado, entonces damos testimonio de Jesús, testimonio de vida, somos diferentes, somos espejo de Dios, reflejamos su presencia en nuestra vida y los demás se pueden sentir amados por El y claro, por nosotros.

Testimonio es, para resumir, decir lo que hemos visto y oído, expresarlo con nuestras palabras y con nuestro silencio, con nuestra vida entera.

Mateo 3
18 Caminando por la ribera del mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, echando la red en el mar, pues eran pescadores, 19 y les dice: «Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres.» 20 Y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron.

domingo, 11 de octubre de 2009

Oasis Online


viernes, 4 de septiembre de 2009

Bienvenida

Este blog es del ministerio de jóvenes del movimiento de Renovación Católica Carismática

Su misión es llevar a los jóvenes la buena noticia, la que trajo Jesús, la Vida Eterna, sin dolor alguno y sin letras chiquitas.

Los Jóvenes de Renovación discuten temas referentes a la vida bajo la luz de la palabra de Dios los días sábados a las 4:00pm en la Parroquia de Nuestro Señor de Esquipulas, Cd. Altamirano Gro.

Este blog es para divulgar información acerca de las actividades realizadas por los jóvenes del Ministerio, además de escribir lo más relevante de los temas tratados sábado con sábado para ponerse al corriente si se han perdido alguna reunión o recordar alguna Luz que se haya encendido un sábado lejano.

Los responsables de este blog son el ministerio de jóvenes.

Antes de despedirme quiero agregar también que los costos para el ENJES (Encuentro Nacional de Jóvenes en el Espíritu Santo), las fechas y las actividades para recaudar fondos para ello también se publicarán aquí enseguida, así como los horarios de la asamblea general y de grupos de oración de la comunidad carismática en Esquipulas.

Dios les bendiga.

El P. Habacuc y Lalito Mártires interceden por ustedes, Dios les bendice.

Sobre este blog


..
Es un servicio digital del ministerio juvenil "El Oasis" que tiene sus reuniones de crecimiento y oración los sábados a las 4:00pm y sus asambleas de oración los viernes a las 5:30pm, ambas realizadas en el Santuario de Nuestro Señor de Esquipulas en Cd. Altamirano, Edo. de Guerrero.

Powerd by



Photobucket

  © Blogger templates 'Sunshine' by Ourblogtemplates.com 2008

Back to TOP